Montaje fue muy campestre y a su vez muy romántico y bucólico. Una finca en un pinar en Madrid era el sitio perfecto para llevar a cabo esta decoración. La mesa estaba decorada con un centro de rosas y peonías como flores principales en tonos rosa, blanco y fucsia. Los complementos en tonos cobrizos y dorados le daban un toque especial. Sobre la mesa colgaba un candelabro con velas alargadas en tono violeta a juego con las flores. ¡Quedó precioso!
Para el “siting plan” hicimos un marco lleno de flores pequeñas y diferentes tipos de verde de donde colocamos cada uno de los meseros. Acompañando este marco colocamos un candelabro de pie igualmente decorado.